Las gafas de mis ojos

Últimamente no hago otra cosa que pensar en gafas. Solo veo gafas, por todas partes. Como cuando tu prima se queda embarazada y en las calles, centros comerciales, cafeterías y demás locales sociales están repletos de mujeres en "estado". ¿Solo hay embarazadas?!!?

Esta obsesión es tal, que sitio al que voy, sitio en el que analizo las lentes de cualquiera. Está claro que son un accesorio que transmite mucho de la personalidad de una persona, pero aunque también se dice eso de los zapatos, creo rotundamente que hay que echarle un par de narices para ponerse ciertas cosas en la cara sin perder la reputación, porque los pies quedan ahí, esperando a que algún cabizbajo note su presencia, pero las gafas... ya es otra historia.

Pues bien, en mi último viaje, por razones de logística me pasé siete horas deambulando por el aeropuerto de Catania sin otro afán que comer pizza. Hasta que de pronto, de entre sus mini tiendas encontramos una óptica. Seeeeh! (pensé) Voy a pasarme las tres horas restantes probándome gafas. Pero ahora, con la cabeza fría y la cartera vacía maldigo la hora en que entré en aquel cuchitril repleto de gafas. La maldigo!

Porque allí estaban... las mejores gafas que jamás había visto delante de mis ojos. Negras. De pasta forrada con terciopelo. Repletas de mini tachuelas redondeadas... Gritando mi nombre.

La culpa de esta maravilla la tiene la casa italiana Italia Independent. Fundada en 2007 no ha parado de apostar por la originalidad y la creatividad a la hora de rediseñar los clásicos con el adorado toque "made in Italy". Los precios de los modelos varían entre los 150€ y los 200€ aunque en algunas tiendas se encuentran con el 30% de descuento! 

Ahora para completar el look solo me falta un pañuelo y un descapotable... Si, un descapotable...